"¿Qué has puesto para comer?
- ¡Oh! No te apures... El cocidito de siempre."


Tormento. Benito Pérez Galdós

viernes, 17 de febrero de 2023

El quinto concierto: danzad, danzad malditos y el fuego

El Concierto para piano nº 3 de Rachmaninof y las Danzas sinfónicas de Hindemith. La batuta de Álvaro Albiach y la magia de las manos de Josu de Solaum al piano. He tardado en dar respuesta culinaria. El concierto requería una reposada digestión, volver a escucharlo. No encontraba un plato acorde con sus acordes, nada armónico con sus armonías… ¿Y el fuego? Ese “fuego que baila y sube la invisible escalera”(Soneto LXXXVIII de 100 Sonetos de amor de Pablo Neruda).

Concluyen las notas de programa “Ambos compositores nos invitan a un juego mágico y ancestral para fatigar el alma: mientras el ruso encenderá la hoguera, el alemán se encargará de hacernos bailar a su alrededor. ¿Cómo negarse?

Mágica y ancestral se me antoja la danza de las llamas. De las llamas del aguardiente de orujo que arde en una queimada. Lentas, líricas, evocadoras en el inicio con el líquido aun frio. Tumultuosas cuando adquiere temperatura y las agitamos. Nuevamente calmosas y melancólicas, azuladas, cuando dejamos que consuman lentamente el alcohol y cuando empieza a crepitar el azúcar y adquieren tonos más cálidos provocamos cascadas de più vivo, più mosso y accelerando que nos llevan al final.

Queimada gallega

Recetas de queimada hay muchas, con granos de café, con limón, con naranja o con ambos… en mi casa desde hace muchos años quemamos una que parece ser la que recomendaba un orondo y carismático político gallego.

Vertemos el aguardiente en un cuenco de barro o cobre o, por qué no, de cerámica de Sargadelos en el que habremos colocado algunas cortezas de limón; añadimos azúcar. La cantidad dependerá de nuestro gusto. Prendemos la hoguera y a ratos agitamos con el cucharón. Apagamos con un poco de vino tinto.

La ortodoxia recomienda leer el tradicional “conxuro” mientras se quema que, aunque hay quien le atribuye remotos orígenes celtas, fue escrito en 1967 por Mariano Marcos Ábalo, natural de Pobra de Caramiñal. 

Quizá podríamos sustituir el “conxuro” por el concierto de Rachmaninof y con el ánimo ya encendido por una o dos cuncas de queimada disponernos a escuchar a Hindemith.


Conciertos de la temporada 2022-23 "Degusta"

Primer concierto Apología de la forma

Segundo concierto Belleza a contracorriente

Tercer concierto Aderezos intertextuales

Cuarto concierto: El cuarto concierto: saborear la admiración

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